miércoles, 21 de mayo de 2014

¿Cómo deben ser los cuidados de un laringectomizado?

Los cuidados y la limpieza del laringectomizado es uno de los temas que más preocupan al paciente después de la laringectomía. En los hospitales no siempre proporcionan la suficiente información, sobre todo en detalles que parecen menores como la ducha y la protección del estoma, por eso puede resultar de utilidad el siguiente vídeo en el que se trata la limpieza del traqueostoma: 


Una de las secuelas que nos deja la laringectomía es el edema en el cuello, ese punto abultado, a veces, y como acorchado que tenemos bajo la barbilla. Dicho edema se debe a la acumulación de líquido retenido como consecuencia del mal funcionamiento del sistema linfático. Al hacer la operación, dicho sistema linfático queda alterado y la función de limpieza y circulación del líquido linfático no funciona debidamente. Para ayudar a que los efectos de este problema sean lo menores posibles, se proponen una serie de ejercicios y prácticas para prevenir y tratar el problema:

- Hacer masaje en el cuello con  ayuda de las manos y crema hidratante.
- Hacer con regularidad ejercicios físicos.
- Evitar calor excesivo.
- Alimentación equilibrada, con poca sal.
- Usar ropa cómoda.
- Vigilar el peso y las grasas.
- Evitar ejercicios físicos fuertes.
- Mantener la piel del cuello limpia e hidratada.
- Activar el cuello con contraste frío-calor.
- Movimientos suaves de los músculos del cuello
- Tabla de ejercicios para practicar a diario.
- Masajes suaves en el cuello para movilizar la linfa.

Mientras se utiliza cánula, hay que recurrir a algún pañuelo o fular ligero que al aspirar no se peguen al orificio de la cánula disminuyendo u obstruyendo la respiración. Cuando ya se ha prescindido de la cánula, en lugares limpios no es imprescindible cubrir el estoma. Hay que considerar que la superficie de la tráquea precisa de tiempo para curtirse y admitir el contacto directo con el exterior, y no hay que exponerse a contagios en lugares públicos cerrados y dependencias de centros de salud y clínicas, ni a coger infecciones por contacto con las manos. 

     Una forma habitual de protección es el uso de una placa metálica calada, sobre todo en tiempo cálido, aunque no es una salvaguarda suficiente. Es mejor protegerse con un cubre estoma de tejido transpirable. En tiempo frío, es adecuado el tejido de punto, que no entorpece la respiración y filtra, templa y humedece el aire que va a los bronquios. Los cubre estomas, además, retienen las mucosidades que salen eventualmente. 

     Cubre estomas los hay de distintos tejidos, pero otra manera aún más adecuada para proteger el estoma es el uso de filtros, que además son una buena protección de la tráquea y bronquios, y su utilización reduce la segregación de mucosidad. En general, su uso no presenta inconveniente, y los filtros se cambian una o más veces diariamente. 
    
     Además de los cubre estomas, con el uso de los filtros se puede recurrir a soluciones menos evidentes de la traqueostomía. Los hombres pueden servirse sin preocupación alguna de pañeulos, fulares, corbatas... Las mujeres, a estas prendas puede añadir colgantes y collares. 

     En cuanto a la ducha, existen distintos tipos de protector del estoma, algunos de simple elaboración casera. El sistema más utilizado es la ayuda para ducha de Provox, insertada en la base adhesiva del filtro HME; y la otra opción es no utilizar nada y ser precavido con el chorro de la 'alcachofa' fija o con la de mano cuando me quito el adhesivo para poder limpiar el periestoma y su alrededor. Cualquiera de las dos opciones es sencilla y nada complicada. Evidentemente, el artilugio para ducha protege del agua que le llegue en chorro vertical u oblicuo descendente, pero no de la inmersión. 
Como se puede suponer nada es radicalmente exacto, es decir, nada tiene que hacerse solo y exclusivamente como se indica. Cada persona, lo sabemos de sobra, somos distintos y cada laringectomía y sus efectos son distintos en cada caso.

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